Pintar la fachada de una casa de color rojo es una excelente opción para quienes buscan un estilo llamativo, elegante y lleno de personalidad. Sin embargo, elegir el tono adecuado y combinarlo con otros elementos es clave para lograr un equilibrio visual armonioso.
Si deseas un aspecto moderno y sofisticado, opta por un rojo oscuro o burdeos, combinándolo con detalles en negro o gris grafito en ventanas, puertas y molduras. Esta combinación aporta un aire contemporáneo y refinado. Para un estilo más rústico o tradicional, el rojo terracota o ladrillo es una gran opción. Se puede complementar con tonos beige, arena o madera en puertas y marcos, logrando una apariencia cálida y acogedora.
Si prefieres un diseño vibrante y lleno de energía, elige un rojo brillante o escarlata. Este tono combina bien con detalles en blanco para un contraste fuerte y limpio, ideal para casas de estilo colonial o mediterráneo. También puedes agregar elementos de piedra o madera natural para equilibrar la intensidad del rojo y dar un toque orgánico.
Otra opción interesante es el rojo con acentos dorados o mostaza, lo que aporta un aire elegante y exótico, ideal para casas con inspiración vintage o clásica. Sea cual sea el tono de rojo que elijas, asegúrate de probar muestras de pintura en diferentes momentos del día para ver cómo la luz natural afecta el color. Así lograrás una fachada impactante y armoniosa.